Mucho se ha
escrito sobre la experiencia del trabajo ó también llamado Home
Office. Sin duda esta nueva tendencia en el mundo laboral presenta ventajas
y desventajas para quienes deciden ponerla en práctica. Sobre el tema
tenemos a nuestro alcance artículos y publicaciones de todo lo que debemos tomar en cuenta para desempeñarnos profesionalmente en esta
forma.
En esta serie de escritos yo no
ofrezco tips de éxito, ni mucho menos reglas de oro a seguir.
En cambio presento la experiencia
de transición de un trabajo “normal y estable” al trabajo independiente ó también denominado Freelance.
PRINCIPIO
Como todo tipo de cambio en la
vida que inicia con el fin de una etapa,
lo mismo me sucedió. Ante el cierre de mi lugar de trabajo, un día el panorama
de mi escenario laboral cambió completamente a una nada.
Meses después de mi despido,
empezaron a contactarme clientes de
mi antiguo trabajo y con ellos propuestas
de trabajo y de colaboraciones en proyectos. De repente empecé a ser invitada a eventos, conferencias, mesas
y reuniones de trabajo, tanto del sector público como del privado,
para tratar asuntos de temas en los cuales me desempeñaba en mi antiguo lugar
de trabajo.
Asistí a “desayunos” y “cenas” donde
se trataban ideas de proyectos y de
iniciativas innovadoras para beneficio de la comunidad. La mayoría de estas
iniciativas lideradas por mujeres.
Sobre la marcha en este nuevo
camino, fui observando e identificando mis habilidades, las reuniones me
ayudaron a reforzar las de diálogo y
concertación entre diferentes intereses y objetivos. Pues entre las primeras
cosas que te enfrentas como freelance es
a romper con la rutina de hacer trabajo de oficina bajo el control de tus condiciones y otra muy
diferente llevarlo a cabo en un mismo tiempo ante un grupo de personas
con diferentes ideas, propuestas y visiones todas encaminadas a un mismo
fin y que tienen las expectativas de que
tu ayudaras a unificarlas y entenderlas.
En esta dinámica continúe experimentando lo que aun no alcanzaba a
definir como un trabajo independiente. Con los contactos empezaron a llegar las
propuestas de proyectos, ideas programas, etc. te das cuenta de que ya no
tienes jefes/as, director/a, sino que ahora tú ocupas ese y todos los puestos de jerarquía, fuera
del sistema acostumbrado, y que ya no necesitas de una autorización ó de un
visto bueno para entregar el trabajo que te solicitaron. Tú decides y acaparas toda la responsabilidad de la
presentación, realización y resultados obtenidos.
Otro cambio trascendental en la vida
laboral de independiente, se relaciona con el espacio físico donde realizar tus
actividades. Durante el cumplimiento de mis nuevas tareas, de repente ví en mi
pequeña casa improvisada una oficina. Y
ahora otra característica es que todo bajos mi propio gasto económico,
internet, energía eléctrica, teléfono fijo, cafetera y que no falte el café!.
Mi pequeño escritorio de repente se vio rebosante entre papeles, impresora,
folders. Así que poco a poco fue el acondicionamiento del lugar de trabajo y
de esta forma poco a poco con estos primeros cambios han sido más de cinco años
de estar en este universo “Freelance”.
Karla GOMAT / Antropóloga Free
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